Creo que el fragmento es la forma que mejor refleja esta realidad en movimiento que vivimos y que somos. Más que una semilla, el fragmento es una partícula errante que sólo se define frente a otras partículas: no es nada sino es una relación. Un libro, un texto, es un tejido de relaciones.
Octavio Paz.
El tecleo de una computadora, se mezcla con la voz masculina que habla de cotizaciones, la música de trova es acompañada con la voz de una mujer que conversa sobre el último requerimiento de administración, el ruido peculiar de la única máquina de escribir eléctrica, el sonido continuo del aire acondicionado, el chistar de unas hojas al caer, el golpe seco de un sello, pasos rápidos alejándose, murmullos en diversas direcciones, el chillido de una silla metálica arrastrándose, el ring de uno, de dos, de tres teléfonos, tacones de mujer acercándose. Este es tan solo un fragmento de sonidos cotidianos de una oficina, los cuales pasan desapercibidos por los que habitan en él, es un paisaje sonoro.
Murray Schaefer denominó paisaje sonoro (Soundpace) al entorno acústico “con este término me refiero al campo sonoro total, cualquiera que sea el lugar donde nos encontremos. Es una palabra derivada de landscape (paisaje); sin embargo, y a diferencia de aquella, no está estrictamente limitada a los lugares exteriores. El entorno que me rodea mientras escribo es un soundscape, un paisaje sonoro”.
Este músico y paisajista sonoro menciona además que la variedad de sonidos se originan de diferentes fuentes: natural, antropogénico, urbano o rural, y componen el ambiente acústico de cada área en particular.
Por ejemplo, en los paisajes sonoros rurales la combinación y configuración espacial de habitats naturales y seminaturales afectan la intensidad, dominio, encubrimiento y propagación de éstos, como el canto de un gallo al amanecer o el estruendo de cohetes de una fiesta popular. En cambio, los paisajes sonoros urbanos son producidos por actividades antropogénicas, como el sonido de maquinaria o de automóviles.
Los sonidos evocan recuerdos, imágenes; provocan sentimientos gratos o desagradables. Emociones que estremecen, nos hacen sentir bien o que nos dejan tensos y hasta de mal humor.
El oído va a los lugares que la vista no alcanza como el grillo en la noche, los sapos, lo que sucede en la calle cuando estamos en casa y hasta la cotidianidad de nuestro vecino. Podemos cerrar los ojos pero es muy difícil dejar de oír.
Murray Schafer menciona que así como el ojo recorre los objetos y los interroga de diversas maneras, la oreja escucha al mismo tiempo de maneras distintas. Identifica cuatro modos o intenciones de escucha: oír, escuchar, entender y comprender.
En cada expresión, inherente a un cierto grupo de individuos, ya sea transmitida de generación en generación o recreado en función de su entorno, los sonidos tienen una función de identidad social específica, con un significado propio.
El Paisaje Sonoro es el resultado de esa interacción de los sonidos de la naturaleza con aquellos producidos por el hombre, que es recreado es por ello considerado un patrimonio cultural intangible.
¿Qué pasó con los sonidos cotidianos en la vida de nuestros padres? ¿qué pasará con esos sonidos que ahora son parte de nuestra cotidianidad? ¿serán los mismos que nuestros hijos conocerán?
A pesar de ser efímeros y no renovables los sonidos forman parte inevitable de nuestras vidas. Es por ello, que desde enero de 2006, el sitio www.archivosonoro.org se ha dedicado al registro y publicación de sonidos, para que perduren en la memoria colectiva.
El correr de un río, el graznido aves en el parque, los vagones del metro, la voz de vendedores, cajas musicales, música en el cine, la radio, himnos nacionales, recetas de cocina, campanas, lecturas y voces de personajes son de los muchos sonidos que forman parte de su acervo.
La cual es una iniciativa privada sin ningún ánimo de lucro, los documentos que se disponen al público a través del sitio web y del sistema de Podcast www.archivosonoro.org/podcast.php son completamente gratuitos y compartidos bajo las licencias libres de Creative Commons: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5/deed.es
Dicho sitio se ha dedicado a promover la participación para la conservación y difusión del patrimonio sonoro mediante la creación conjunta de un archivo sonoro para coadyuvar a las acciones de personas e instituciones preocupadas en el rescate y conservación del patrimonio intangible de la historia de la humanidad.
Se compromete a difundir la importancia de adquirir una nueva manera de escuchar para aprender a distinguir los silencios, los sonidos cotidianos y los sonidos que muchas veces pasan desapercibidos. Generar no sólo el interés por distinguir los sonidos del entorno propio sino también conocer las diferencias que hay entre los paisajes sonoros de un lugar con otro.
Es importante adquirir una nueva manera de escuchar nuestro contexto, en el que generamos espacios vivos y cambiantes. Apreciar y entender nuestra identidad a través del sonido es un ejercicio necesario y saludable.
Movidos por el interés y la disposición no sólo para aprender a escuchar el entorno y a disfrutar de él, sino para seleccionar y archivar, www.archivosonoro.org cuenta con diversas categorías que se han denominado canales: Ambiente natural, Ambiente rural, Ambiente urbano, Anuncios, Cajas musicales, Cine, Comerciales, Esperimentación sonora, Himnos nacionales, Iglesias, Lecturas temáticas, Música, Objetos sonoros, Personajes, Radio, Recetas y Sonidos históricos.
Este archivo sonoro será un punto de referencia, comunicación e intercambio entre habitantes de Chiapas, con otros del país y del mundo, interesados en conocer la distinción que existe en los lugares en que habitan, debido a sus diferencias; de esta manera se brinda la oportunidad de que generaciones siguientes conozcan parte de su historia.
Con el intercambio de sonidos a través de donaciones conocer el paisaje sonoro de otros lugares y este sitio se convierta en un espacio de aprendizaje, gozo e intercambio. Se cuenta además con el apoyo de las redes sociales como el twiter y facebok.
Si tienes algún registro sonoro te invitamos a compartirlo con los visitantes de www.archivosonoro.org escribe a donaciones@archivosonoro.org Tu contribución ayudará a otras personas en sus investigaciones o creaciones artísticas, ya que al compartir tu registro podrá inspirar a otros a conocer más del suceso auditivo.
juan david piñagarcia
ola