Reminiscencias de La Garbancera

En México no se teme a la muerte, se vive con ella. Y en noviembre se hace presente de manera festiva al preparar los altares para recibir, por unas horas, las almas de nuestros difuntos.

Se les preparan sus platillos preferidos, sus bebidas acostumbradas, se les muestra el camino a casa con flor de cempasúchil, veladoras e incienso.

Se colocan sus fotografías para que no los olvidemos o para que sus descendientes los conozcan.

En 1910, el grabador, ilustrador y caricaturista mexicano José Guadalupe Posada  (Aguascalientes, febrero 2 de 1852 – Ciudad de México, enero 20 de 1913), creó La Calavera Garbancera, una caricatura con la que criticaba a la clase alta y el gran rezago social y económico que existía en México, la cual fue retomada años después por el muralista mexicano Diego Rivera (Guanajuato, diciembre 8 de 1886 – Ciudad de México, noviembre 24 de 1957)​, quien la vistió con ropa elegante, ya que la Garbancera sólo portaba un sombrero con plumas de pavorreal, y la llamó La Catrina.

Actualmente, La Catrina forma parte de esta festividad del Día de muertos, tanto como las calaveritas de azúcar y los otros elementos de los altares.

Desmesuradas comparte con ustedes, algunas imágenes capturadas por nuestra colaboradora Laura Castañeda Salcedo, en la Ciudad de México.

La Catrina acompañada

 

A la Catrina le han robado el Sí

 

La Catrina también viaja en metro

 

La Catrina y los Pachucos

 

La calavera me pela los dientes

 

Las rezanderas

 

Altar al escritor Eusebio Ruvalcaba

 

La calaca descansando

 

El guía de los muertos en el más allá

Quédate

Porque llegaste

La tierra abre sus ojos

Y el ahora trae resurrecciones

Por ejemplo: escucho al gallo y la golondrina

Naces en mí al pronunciarme

Llegaste

Y hasta las estrellas no conocidas brillan

Se suspenden guerras noticias desayunos

Olvido ciertas palabras

y el ronronear del gato dice: amorrrrrrr…

Son las seis y tus ojos lo desmienten

Caminamos y no puede suceder

pero sucede

al convertirnos en no pasará

y aunque tu ausencia me toma de la mano

caminamos el hoyayermañana

y tomaremos café para vernos tardetemprano

porque no creemos las palabras de la muerte.

Martín Mérida

*Poeta. Nació en Motozintla, Chiapas aunque lleva más de diez años viviendo en Guadalajara, Jal. Es autor de diversos libros, entre ellos El milagro de tu voz distinta y La pasión según un hombre cualquiera, al que pertenece este poema.

Derrumbes

Iglesia San Vicente, en Juchitán, Oaxaca, México / Foto: AP

 

Las palabras son huellas enmohecidas,

alejadas ya de las cosas que nombran,

espacios vacíos, fisuras, restos.

Afasia temporal.

Nada que decir, nada que las palabras colmen.

 

Lo futuro se desmiembra.

El tiempo, descentrado,

se alarga,

pero está lejos de ser un espejismo.

 

Después del derrumbe,

las cosas se reafirman como cifras que se abren.

Miro a un perro y me veo dibujada en sus entrañas.

Por una vez, mi cuerpo no se escinde,

no se ancla en su destierro

ni insiste en el ritual de sus heridas.

 

Después del derrumbe,

en este centro del mundo mana un lenguaje

lejano a las palabras.

 

Derrumbes (fragmento) / Julieta Gamboa (D.F., 1981). 

Hombres de Maíz

Graffiti en las calles de Tuxtla Gutiérrez / Foto: Lety Bárcenas

y, así, los dioses vieron el fruto de su esfuerzo…

Popol Vuh

Adiós, Juan Goytisolo

 

Foto: Bernardo Pérez / El País

El mundo literario está de luto, se ha marchado Juan Goytisolo, Premio Nacional de las Letras Españolas 2008 y Premio Cervantes de 2014.

El paisaje se transformó. Los objetos cobraron una existencia autónoma, impenetrable. La nada se abrió a tus pies. Transeúntes y automóviles circulaban caóticos, privados de finalidad y de sustancia. El mundo extraño a ti y tú extraño al mundo. Roto el contacto entre los dos. Irremediablemente solo.

Señas de identidad / Juan Goytisolo

 

Su obra no sólo comprende la prosa, sino que cultivó géneros como el cuento, el ensayo, las memorias y la poesía, de la cual compartimos el siguiente poema…

 

1

Disolución del recuerdo

como nieve

en un vaso de agua.

La imagen que se esfuma,

el calor que existió

en el lecho vacío.

Caducidad.

No hay

consuelo en el mirar

la foto desvaída,

todo se olvida,

todo queda atrás.

2

Desmemoria que llega

de puntillas.

Fechas, lugares, nombres,

borrados sin piedad.

Lastre arrojado,

pasto del olvido.

Ligero de equipaje

afrontarás la sima,

sombra ya de ti mismo

en el punto final.

 

Desmemoria (fragmento) / Juan Goytisolo (Enero 5 de 1931, Barcelona, España –  Junio 4 de 20017, Marrakech, Marruecos)

Rosario Castellanos y Alberto Korda

Un día como hoy, 25 de mayo, nace en la Ciudad de México, Rosario Castellanos, descendiente de una familia chiapaneca, quien llegará a ser considerada una de las escritoras mexicanas más importantes del siglo XX.

Ese mismo día pero 76 años después, muere en París, el recocido fotógrafo cubano Alberto Díaz, a quien se le conoce con el nombre artístico de Alberto Korda, autor de la célebre foto del Che Guevara y de muchas otras de la Revolución Cubana, aunque su trabajo anterior y posterior a la Revolución se enfocó en el retrato femenino y la moda, su pasión…

Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido
mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba.

Esto que uní alrededor de un ansia,
de un dolor, de un recuerdo,
desertará buscando el agua, la hoja,
la espora original y aun lo inerte y la piedra.

Este nudo que fui (de cóleras,
traiciones, esperanzas,
vislumbres repentinos, abandonos,
hambres, gritos de miedo y desamparo
y alegría fulgiendo en las tinieblas
y palabras y amor y amor y amores)
lo cortarán los años.

Nadie verá la destrucción. Ninguno
recogerá la página inconclusa.
Entre el puñado de actos
dispersos, aventados al azar, no habrá uno
al que pongan aparte como a perla preciosa.
Y sin embargo, hermano, amante, hijo,
amigo, antepasado,
no hay soledad, no hay muerte
aunque yo olvide y aunque yo me acabe.

Hombre, donde tú estás, donde tú vives
permaneceremos todos.

 

Poema: Presencia / Rosario Castellanos (Mayo 25 de 1925, Ciudad de México, México – Agosto 7 de 1974, Tel Aviv, Israel)

Foto: Alberto Korda (Septiembre 14 de 1928, La Habana, Cuba – Mayo 25 de 2001, París, Francia)

La prueba de Juan Bañuelos

Para honrar la memoria de un escritor, sin importar el género en que escriba, lo mejor es leer su trabajo y recordar la emoción que esas letras producen en el espíritu de quien lee. Desmesuradas comparte este poema del poeta chiapaneco Juan Bañuelos.

 

Me rodeo,

Me cerco.

Me consigno.

Quiero pasar la puerta

y choco contra un vidrio.

Ya me cansé de escuchar siempre:

¡Bah, escribe versos!

Ya me cansé —¡qué bien!— de este fastidio.

Voy a agarrar a Juan de la camisa

y a ponerlo de pie

en medio de la calle;

A ver si aprende, ¡a ver si tiene grito!

Que no me vengan a contar más cuentos,

que no salgan con que me escondo mudo.

¡De una vez!

Vamos a ver si vena a vena el sufrimiento

duele,

o voy a ver si araño mi corazón en vivo.

 

Foto: Joaquín Cato / Revista Proceso

 

La Prueba / Juan Bañuelos (6 de octubre de 1932, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. – 29 de marzo del 2017, Ciudad de México, México.)

Fuente: Material de Lectura No. 125. Serie Poesía Moderna. Universidad Nacional Autónoma de México /Dirección de Literatura. México. 2012.