«una mujer cuando nos mira sabe
que uno nunca está solo…»
Mario Benedetti
Mujer de campo, mujer de ciudad, mujer de vida; mujeres que caminan el mundo en busca de sí mismas, se encuentran y se reinventan a través de la luz, a través de la mirada.
Mirada que bajo la metáfora de espejos paralelos, proyectan infinitamente la imagen y pensamiento que las une en este espacio etéreo, dónde son recopilados y reconstruidos fragmentos de su realidad y de sus sueños para cobrar conciencia de su propia identidad.
La identidad femenina que se integra al discurso visual, no como subversión sino como un peculiar modo de decir y de representarse en el mundo.
Estamos ante mujeres que disfrutan el oficio de la fotografía y con sus ojos de luz desdeñan la injusticia, esculpen la fantasía y reflejan los seres que las habitan.