“A lo mejor un poema no puede cambiar al mundo, pero sí puede crear un diálogo y eso es muy importante por todo lo que está pasando”, expresó el destacado poeta chiapaneco Óscar Oliva, en el homenaje que recibió por su trayectoria dentro del Segundo Encuentro con la Palabra Escrita, realizado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
A propósito de los acontecimientos nacionales, de este homenaje y del aniversario luctuoso del luchador social Lucio Cabañas, Desmesuradas comparte uno de sus poemas de reciente creación:
Balada por los muchachos de Ayotzinapa
No hay límites para el país del crimen.
No hay nombre para el país del crimen.
No hay país con nombres del crimen.
No hay crímenes para el país del crimen.
¿Díganme, en qué país lejano hallarlos?
A Décimo Junio Juvenal agrego a François Villon
para componer esta balada, y pido a otros cantores
añadan otro estribillo interrogativo: ¿dónde, en qué
país sin crímenes están los muchachos que apenas
se habían desnudado al amor?
Ayúdenme a correr junto a un río
que corre con demasiada fuerza.
¿En dónde están, en qué casa negra, encapsulados?
En la casa blanca no están, ahí ya no habita nadie.
Llegará el tiempo de otras sirenas, de otros sortilegios,
y la blancura como lirio será un resplandor amarillo
o un lirio negro al capricho de otra dueña, otra Circe
de engaño, entre leones y lobos del mismo bosque.
¿Dónde están, Madre Dolorosa?
¿Dónde están las 43 lágrimas de ayer por la tarde?
No vamos a averiguar en esta mañana dónde están,
ni en las siguientes mañanas y tardes dónde están,
ni en todo el año, que a este estribillo no nos lleve:
¡Mas dónde están los muchachos de Ayotzinapa!
No hay límites.
No hay nombres.
No hay país.
No hay crímenes.
Corren con demasiada fuerza.
Óscar Oliva
Tuxtla Gutiérrez, noviembre, 2014.
Maestro rural, egresado de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en la cual fue líder estudiantil. En la década de 1970 actuó como jefe del grupo armado Partido de los Pobres en la sierra de Guerrero.
las figuras que viven en la otra orilla del abismo.
Foto: Ulises Escudero
Hugo Gutiérrez Vega (20 de febrero 1934. Guadalajara, Jalisco)
Poeta, actor, diplomático, humanista y periodista- El lunes 1 de diciembre, en el marco de la quinta edición de la cátedra que lleva su nombre, la Universidad de Guadalajara le otorgará el Doctorado Honoris Causa.
Hoy, 25 de noviembre del 2014, Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, leemos en el diario El Universal, que el cuerpo de una mujer fue hallado en los baños públicos de la estación Constitución de 1917, de la línea 8 del metro en la ciudad de México.
No hay más información. Surgen las interrogantes. ¿Quién es ella? ¿Qué le pasó? ¿Por qué? ¿Cómo?
Silencio… silencio…
Foto: Beksinski Zdzisław
Huelga
Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.
Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.
Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.
Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.
Sobre la Revolución Mexicana se pueden escribir y decir muchas cosas, por ejemplo de su influencia en la literatura, en la música, en el cine, en la moda, en la gastronomía, etcétera.
Desmesuradas detiene su mirada en la fotografía.
Y si bien es cierto, en ese tema hay nombres que son más que reconocidos por su destacada obra: Víctor Casasola, Gerónimo Hernández, Hugo Brehme, Antonio Garduño, Abraham Lupercio, Manuel Ramos y Heliodoro J. Gutiérrez, nosotras queremos reconocer a una mujer que ha sido calificada como la primera mujer que retrató a la Revolución, por lo menos en el Sur de México.
Sara Castrejón Reza, nació en Teloloapan, Guerrero el 16 de agosto de 1888 y murió el 4 de noviembre de 1962 en el mismo pueblo que la vio nacer.
Sus primeras fotos de la Revolución están fechadas el 26 de abril de 1911, cuando las tropas maderistas encabezadas por Jesús H. Salgado tomaron Teloloapan, Guerrero.
Según estudios, Sara Castrejón tomó las primeras imágenes 14 días antes que la estadounidense Esther Eva Strauss, quien era reconocida como la primera fotógrafa de la Revolución Mexicana.
Entrada de fuerzas maderistas a Teloloapan, Gro. 26 de abril de 1911
Jefes maderistas que tomaron Teloloapan. Gro. 26 de abril de 1911
Retrato de la Coronela Amparo Salgado, Teloloapan, Guerrero, 1911
Corneta de órdenes, del 18o batallón. Teloloapan, Gro. 1912
Vísperas del fusilamiento de Teódulo Cisneros. Teloloapan, Gro. 1912
Los «fronterizos». 28o cuerpo rural al mando del coronel Gertrudis Sánchez. Teloloapan, Gro. 1912
Coronel Gertrudis Sánchez y su estado mayor. Teloloapan, 1912
Fusilamiento del general brigadier Fidel Pineda, Filiberto Ortega y Paulino Santana por fuerzas huertistas. Teloloapan, Gro. 1913
Y para conocer más de esta pionera, Desmesuradas recomienda:
Sara Castrejón. Fotógrafa de la Revolución. Samuel Villela Flores. México. INAH, 2010.
Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.
Cuando era niña aprendí a escribir cartas, recuerdo que se volvió algo cotidiano cuando mi mejor amiga de infancia Blanca Esthela se mudó a Tapachula; a partir de ese momento, mis visitas a la oficina de correos eran frecuentes.
Llegaba con mi sobre blanco, compraba el timbre y me iba a la mesa de apoyo a pegar con saliva los timbres en el sobre, era una emoción especial que sentía al depositarla en el buzón de Terrestre y soñaba que llegara la ocasión en que pudiera colocarla en el de servicio Aéreo.
Así también me encantaba mandar telegramas, era un reto escribir lo que yo quería expresar a mi amiga en unas cuantas palabras. Regularmente íba con mi mamá a las oficinas de correos los sábados muy temprano y de ahí caminabamos al mercado.
Cuando regresaba de la escuela preguntaba si había llegado el señor cartero y muchas veces salía corriendo a la calle cuando escuchaba el sonido de su silbato, sólo para saber si había llegado correspondencia para mí. Lo veía llegar caminando y cargando su mochila de piel, donde llevaba las cartas.
A lo largo de mi vida he escrito cartas a amigas y amigos de diferentes partes del país. Pasó el tiempo y dejé de intercambiar cartas con ellos, aunque no dejé de escribir misivas, con la diferencia de que las entregaba personalmente. Ahora escribo correos electrónicos. Dejé de frecuentar la oficina de correos, ya no escribo cartas postales.
Hoy me he detenido un momento, atendiendo a mi nostalgia, para rendir un homenaje a esas personas que son el puente entre el emisario y el receptor, portadores de buenas y a veces no muy gratas noticias, que forman parte de nuestra cotidianidad, la ciudad se escucharía distinta sin el silbato que nos anuncia su llegada.
Lo veo acercarse, viene con su bicicleta, extiende la mano para saludarme es Édgar Andrey Mazariegos Salazar, quien ha permitido hacerle unas preguntas para conocer más sobre el oficio que ha ejercido durante 13 años: Cartero.
Don Édgar recorre la zona poniente de la delegación Terán, es una de las diez personas que se dedican al reparto, son tres en bicicleta y siete en motocicleta. Laboran de lunes a sábado. Todos los días hay reparto y entregan un promedio de 300 a 400 sobres al día “siempre hay trabajo, hay etapas que se carga la correspondencia y otras etapas donde baja, aunque no tanto; pero cuando hay mucho trabajo le echamos los kilos y a veces repartimos hasta 600, 700 sobres”.
¿En qué lleva la correspondencia?
En una canastilla por lo práctico. Antes me imagino no habían tantas empresas para publicitarse, se llevaban más cartas, pero ahora como hay correspondencias de revistas, o sea más grandes, tiene que ser en canastilla para que entre todo lo que llegue.
Uno se quedó en el ideal de las bolsas de piel...
Es algo lindo, pero el correo tiene que ir evolucionando conforme a los tiempos, no debemos de quedarnos en el tiempo de atrás sino que hay que ir siempre conforme va el mundo.
¿Qué tipo de correspondencia entrega más?
Estados de cuenta de los bancos y recibos de teléfonos. En los meses de noviembre a diciembre hay mayor correspondencia porque las empresas mandan regalos, publicidad y a veces las personas que están en el extranjero mandan correspondencia a México.
¿De qué países ha repartido más correspondencia?
De China, Estados Unidos, España, Hong Kong, Filipinas. Es padre porque uno nunca en su vida va a estar allá, sin embargo, pasan por mis manos esos paquetes que vienen para México y la persona los recibe muy contenta, incluso a veces se la pasa preguntando: ¿oye no ha llegado mi paquete? Son como niños esperando un juguete. El correo es mundial y va a perdurar por mucho tiempo todavía.
¿Considera que Internet es una amenaza para los servicios postales?
Pienso que no porque mucha gente prefiere seguir recibiendo sus estados de cuenta o alguna carta o anuncios en papel, pienso que el correo va a seguir viviendo. Vive en otros países más desarrollados y acá en México vamos al día.
¿Sabe si aún hay personas que coleccionan timbres postales?
Sí, de hecho cuando salieron los timbres de Memín Pingüín, rápido se terminaban ya que los llegaban a buscar para coleccionarlos.
El cartero / Foto: Galatea Xalli
Los carteros continúan realizando su labor ya sea a pie, en bicicleta, motocicleta o automóvil, nuestro entrevistado nos comparte su experiencia al respecto: Depende del área, uno se tiene que adaptar, ya sea en una ruta con motocicleta o una con bicicleta. He pasado por tres rutas. Cuando ingresé a correos no sabía manejar motocicleta y aprendí. Estuve cuatro años en moto y llevo como ocho años en bicicleta.
¿Fue difícil el cambio?
Fue difícil y a la vez bonito ese ejercicio que se va haciendo. La primera vez que me fui en bicicleta, mis pantorrillas las sentía bien duras. Ahora al contrario pedaleo, pedaleo y como si nada.
¿Cuántas horas pedalea al día?
Salgo a reparto a veces a las nueve, nueve y media, ya termino como a las dos, dos y media. Sería alrededor de seis horas y media.
Bastante tiempo…
Sí, es bastante tiempo pero conforme va uno pedaleando, viendo, saludando y dejando, no se siente el camino, se siente cuando está uno en la oficina, pero como es algo cotidiano, se va uno adaptando.
El Día del Cartero y del Empleado Postal fue establecido el 12 de noviembre de 1931 en México como un reconocimiento al trabajo de estas personas que son considerados también héroes anónimos. Se calcula que hay más de 10 mil carteros en el país. Le preguntamos a don Édgar ¿por qué se dedica a esto?, ¿y qué era lo que más le gusta de su trabajo?, ¿y si no fuera cartero a qué se hubiera dedicado?
“Me llamó la atención el correo para servir a las personas, es bonito relacionarse con los demás. Lo que más me gusta de mi trabajo es que cuando salgo al área de reparto, a la calle, me topo con los saludos de la gente y se me olvidan los problemas que tengo, me enfoco en mi trabajo y es algo padre porque a veces si salgo de mi casa medio cabizbajo ya en el área de reparto es divertido porque me encuentro a personas diferentes.
Sino me dedicara a esto sería maestro, eso me encantaba: dar clases, inclusive di clases en comunidades rurales a través de Conafe y en sí mi camino era el magisterio pero se atravesó esto del correo y es también un trabajo digno y bonito.
Cuando me levanto le doy gracias a Dios por el nuevo día de estar vivo y tengo que ir motivado al trabajo ya que es una parte del sustento que me da para que mi familia salga adelante y más a uno, que es la cabeza del hogar; sale uno a la calle con ganas y termina cansado, pero satisfecho de haber cumplido la jornada y muy contento”.
En la actualidad existe una amplia gama de medios de comunicación modernos, pero ninguno ha podido reemplazar el servicio postal totalmente, es por ello que la labor del cartero sigue siendo de suma importancia, quien con entusiasmo y astucia se las ingenia para que los paquetes lleguen a su destino:
¿Cómo se anuncia cuando llega a una casa? ¿Con el silbato o ya no se usa?
Sí se utiliza el silbato, se pita el silbato para que la persona vea que realmente es el cartero que está en la puerta, para que no vaya a pensar que es otra persona.
¿Cuántas veces llama el cartero a la puerta?
Se toca dos o tres veces pero en sí hacemos un poco de tiempo.
Dicen que el cartero se sabe más el nombre y el apellido del destinatario que la dirección, ¿es cierto?
Sí, porque hay direcciones que no traen números y uno se lo tiene que memorizar por el nombre de la persona y el apellido. Inclusive cuando voy repartiendo, saludo a las personas ya no tanto por su nombre sino por su apellido y ya la persona también me saluda amablemente.
¿Ha tenido problemas para entregar alguna carta?
A veces que están unos perros bien bravos, como que entra un poco de temor acercarse a la casa por el perro. Cuando voy a dejar una correspondencia y veo un perro que está ladrando, utilizo mi protección que es mi bicicleta y así me doy la vuelta o le bailo la bicicleta alrededor para que me proteja y le hago la finta de que le voy a arrojar una piedra y sale corriendo el perro.
Cada vez son menos las cartas personales que se envían por el servicio postal, ¿será que los carteros aparte de repartir cartas también escriben y reciben?
Usted ¿recibe cartas?
Sí recibo cartas (risas) aunque sea de estados de cuentas pero recibo cartas y no falta sobres que mis hijos me mandan, sí recibo.
¿Y las escribe?
¡Claro! Sí escribo cartas a un programa muy bonito que es para niños y a veces me he tornado a mi mente infantil para escribirle a mis hijos y ponerles dibujitos en los sobres.
¿Aparte del programa que menciona le escribe carta a sus amigos o familiares?
Sí, cuando estaba en Cintalapa y mi pareja vivía acá en Tuxtla, sí lo frecuentábamos, es bonito plasmar en papel los pensamientos, lo que uno piensa y la forma de dibujar, no importa si dibujas bonito o feo pero es tuyo, es original. A comparación de ahorita por el teléfono y todo eso, creo que todo es superficial.
¿A su esposa la enamoró por cartas?
Sí, parece que sí (risas).
Edgar Andrey Mazariegos Salazar, profesión Cartero / Foto: Galatea Xalli
Te invitamos a escuchar el recorrido sonoro del Cartero:
Lugar de nacimiento: Cintalapa de Figueroa Edad: 37 años Número de hermanos: Somos dos Estado civil: Casado Número de hijos: Dos niños Pasatiempos: Jugar con mis hijos y escuchar música Música: De todo un poco. Más me gusta la música de los ochenta en inglés Película: Las de Cantinflas Comida: Los frijolitos con plátanos con crema y queso encima Rituales: Antes y después de dormirme darle gracias a Dios porque estoy aquí, porque me ha regalado una familia y lo más importante: tener este trabajo.
[/rescue_box]
[rescue_box type=»info»]
En Corto
Carta: Forma de comunicarnos con las personas Código Postal: Poder diferenciar una colonia de otra Destinatario: Amable Bicicleta: Parte de mí y de mi salud Silbato: Una parte de comunicación Reparto: Algo lindo