La noche se pregunta quién soy yo. Yo soy su secreto profundo, inquieto y negro, su secreto rebelde. He escondido mi esencia en el silencio. He envuelto el corazón en conjeturas. Y me he quedado aquí, pálida, inerte, viendo cómo los siglos se preguntan quién soy.
El viento se pregunta quién soy yo. Soy un soplo asombrado, renegada del tiempo, y, lo mismo que él, no tengo sitio. Seguimos caminando sin final, pasando eternamente, y al llegar a la cumbre, encontramos tan sólo el fin de la miseria; entonces, el vacío.
El tiempo se pregunta quién soy yo. Como él, una orgullosa que devora las eras, y las dota de vida nueva. Creo el lejano pasado de una esperanza fácil, seductora, para volver yo misma a sepultarlo. Y así poder forjarme un ayer diferente, y de helado mañana.
La esencia se pregunta quién soy yo. Como ella, marcho fija en las tinieblas, sin que nada la paz me proporcione. Yo sigo preguntando, y la respuesta sigue siendo también un espejismo. Y aunque la creo cercana —como siempre— al llegar a su lado, se ha disuelto. Desaparece. Muere.
Yo / Nazik Al Malaika (Bagdag, Irak, 23 de agosto de 1923 – El Cairo, Egipto, 20 de junio de 2007) Versión de Manuel Jiménez Lucena Del poemario Astillas y Cenizas. Editorial: Alfalfa, Madrid 2010.
Lenta y plácida sea la vida que corre por mis venas, largos sueños y dulces despertares me asistan, escuchen mis oídos voces quedas, mientras crece en secreto la criatura. ¡Ay, que el llanto no empañe mi pupila! Que por furtivo anhelo no tiemblen mis pestañas, ni perturbantes fantasmas me llamen, mientras vive en mi seno la criatura. ¿Cómo puedo estar triste si la rama florece? No empañe su mirada, antes que se abra, el velo de mis lágrimas. El alma no me pertenece. Mañana, desprendida de mí la criatura, irá libre y ligero mi imprudente paso, y sin temores, podré dejarme lastimar de nuevo. Pero hoy, Señor, aparta de mi lado las cosas que me hieren: tiende un camino de arena fina bajo mi pie cansado, defiende mi soledad tranquila y pon sobre mi frente una corona matinal de pensamientos claros.
Propiciatoria / Alaíde Foppa (3 de diciembre de 1914, Barcelona, España – 19 de diciembre de 1980, Ciudad de Guatemala, Guatemala)
Siempre regresas.
Para ti no hay tiempo
ni tiene oscuros límites la tierra.
Siempre vuelves.
Y siempre estoy aquí, esperando tus manos,
llenándome de sueños como de lluvia un árbol.
No hay nada diferente. Todo es igual y puro
cuando vuelves.
No han pasado los días ni he sufrido. Estoy sola,
con el corazón limpio como una fuente nueva.
Tengo otra vez palabras y caminos
y contigo regresan la brisa y las estrellas.
Regresan las campanas y los pájaros,
me devuelves la música, el murmullo
de los ríos lejanos,
la claridad del monte,
la perfecta verdad de que te amo.
Maruja Vieira
(Seudónimo de María Vieira White. Manizalez, Colombia. 25 de diciembre de 1922)
Ella se siente a veces
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa
como fruto devorado adentro
por los pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.
Poetisa: Alaíde Foppa
Nació en Barcelona, España, en 1914. A la edad de 30 años adoptó la ciudadanía guatemalteca, como su madre. Posteriormente vivió exiliada en México. En 1980 regresó a Guatemala en donde fue secuestrada y desaparecida por el gobierno del dictador Romeo Lucas García.
Fotógrafa: Cristina García Rodero
Nació en Puertollano, Ciudad Real, España el 14 de octubre de 1949. Ganadora de numerosos premios de fotografía, es la primera mujer doctor honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha y nombrada Académica de Honor de la Real Academia Galega de Belas Artes
abriendo esta calle
donde comienzas para mí
toda derramada luna
tú
maestra de mi barro para siempre
*Nació el 15 de agosto de 1947 en Cabeza de Toro, Tonalá, Chiapas; México. Considerado uno de los mejores escritores de Chiapas del siglo XX. Del poemario Cuerpo adentro, 1978.
La piel no dijo adiós; la mano fue a negar el vacío, la mirada siguió mirando, quiso argüir desesperadamente. Fue la alondra o que pájaro siniestro. Algo gritó muy lejos de nosotros y se partió la tierra en dos mitades.
Despedida / Ida Vitale*
*Premio Cervantes 2018. Montevideo, Uruguay, Noviembre 2 de 1923. Poeta, profesora, periodista, traductora y crítica literaria.
Escritor cubano Alberto Peraza Ceballos / Cortesía del autor
Nuestro querido amigo Alberto Peraza Ceballos ganó el Premio de Poesía “Nicolás Guillén”, uno de los más importantes de Cuba, considerado una plataforma importante para promocionar la obra de los ganadores, convocado por la Editorial Letras Cubanas, el Instituto Cubano del Libro y la Fundación Nicolás Guillén.
La ceremonia se llevó a cabo el 11 de febrero en la sala «Nicolás Guillén» de la Cabaña, lugar donde se realizó la Feria Internacional del Libro de La Habana. Alberto Peraza estuvo acompañado por el Ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso Grau; el Director del Instituto Cubano del Libro, Juan Rodríguez, por la Fundación «Nicolás Guillén», Nicolás Guillén (nieto), por la Directora de Cultura en Pinar del Río Niurka Llambia; por la directora Provincial del Libro, Yeny Pupo, entre otros funcionarios de cultura, familiares, amistades y escritores de toda la isla.
“Fue un acto muy bonito donde primó la camaradería, para que me sintiera acompañado, arropado y siempre querido. Fue una tarde llena de emociones porque también departimos con los miembros del jurado y los premiados en cuento, ensayo y novela del Concurso «Alejo Carpentier», el más importante concurso de narrativa en la isla”.
Alberto Peraza Ceballos. Río Seco, San Juan y Martínez, Pinar del Río, Cuba, 1961. Es lcenciado en Educación. Especialidad Lengua Inglesa. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, de la Sociedad Cultural “José Martí” y de la Asociación de Pedagogos de Cuba. Premio “Nicolás Guillén” de Poesía, 2019. Textos traducidos al inglés, portugués y chino. Publicaciones en antologías en Uruguay, Brasil, México, España, Puerto Rico, Ecuador y Cuba. Entre sus libros de poesía: Escapar al olvido ( o de lobos y corderos); Sobornos Clandestinos (y otras utopías); Máscaras Interiores. Participación en Ferias del Libro en Estados Unidos, México y Cuba y en Festivales como el Festival de Letras “Jaime Sabines”,y Festival de Cultura del Caribe.
Alberto nos comparte uno de sus poemas.
OTRA RAYA EN EL CUERPO DEL TIGRE. Los ojos acechantes bajo el camuflaje. El paisaje fragmentado por sus garras impolutas; cámara lenta; en la tierra se hunde sigiloso mientras esconde su hambre milenaria. Un bramido y el espanto se hace dueño; comienza la carrera; ya nada importa a la bestia que descubran sus instintos; él solo tiene puesto los sentidos en el banquete.
La última Cena. Otra raya en el cuerpo de Dios. Los ojos acechantes bajo el camuflaje. La Negación de Pedro; el Abrazo de Judas; lavarse las manos como Poncio Pilatos…
Otra raya en mi cuerpo. Los ojos acechantes bajo el camuflaje, sin ser el tigre ni Dios, ni Pedro, ni Judas, ni Poncio Pilatos… Otra raya en mi cuerpo marcado como res; otro dolor aposentado en el cerebro. La velocidad como arma, el gesto con que me resisto a la invasión de otros cuerpos que, como carroña, comen de mi desnuda e infinita cabeza, con la que confieso el pensamiento de mi alma rechazada.
Qué importa otra raya. Soy uno más de la manada que con uñas y dientes se defiende del golpe; busco voces conocidas y solo encuentro rugidos, sentencias, alegatos.
No puedo reconstruir mis pasos porque me enseñaron a andar con las viseras puestas, como caballos domésticos acostumbrados al látigo; no salirme del rumbo que otros señalaron porque podría convertirme en una amenaza pública y tendría que dar cuentas por ello; sacrificarme en medio de todos, hacerme el haraquiri.
En qué lugar estoy; qué jungla humana me circunda el futuro y me transforma en la mosca que cae en la leche, y unos dedos intrépidos echan a un lado para beber del líquido que, con rayas circulares, hacen una tormenta en el vaso, sin tuéneles para resguardarnos del mal tiempo.
Sucumbir; otro paso en falso cuando son demasiadas las rayas y el peso del cuerpo se resiste.
La raya, la tormenta…, sobre mí los ojos acechantes del tigre, de Dios, de Pedro, de Judas, de Poncio Pilatos… y no puedo mirar atrás porque se me echan encima.
Nuestra querida poeta argentina Cecilia Romana publicó hace poco menos de un mes Callao 1824, por editorial Leviatán en su colección Poesía Mayor. Generosa, como siempre, nos comparte una selección de poemas de ese libro cargado de heroísmo, amor y pasión, que iremos publicando cada semana.
Con el tiempo me pregunto
por qué
Como una nota a pie de página,
tu ausencia me explica demasiado tarde
por qué no estás cuando te necesito.
Callao 1824 es un libro de poemas históricos que giran en torno a un suceso de las luchas independentistas americanas: el Sorteo de Matucana. Luego de la sublevación de El Callao en 1824, 104 soldados patriotas fueron conducidos por los realistas a una prisión en la isla de Esteves (Titicaca), pero el coronel graduado Ramón Estomba (montevideano) y el teniente coronel Juan Pedro Luna (porteño) se fugaron de las filas y huyeron.
El general español Andrés García Camba, jefe de Estado Mayor, decidió escarmentar a los patriotas con otros dos soldados por medio de un sorteo. Fue así que fusilaron a los capitanes Domingo Alejo Millán (tucumano) y Manuel Silvestre Prudán (porteño).
Los poemas de Callao 1824 trazan un derrotero que va de la anécdota histórica a la profundización de la vida en campaña, los vínculos militares y los sentimientos de cuatro jóvenes en el contexto de una lucha que se convirtió en el eje de sus existencias.
Cecilia Romana nació y vive en Buenos Aires. Es escritora y licenciada en Artes y Ciencias del Teatro. Lleva publicados ocho libros de poesía, cuatro de relatos infanto-juveniles y varios volúmenes escolares para nivel inicial, primario y secundario en Kapelusz y Santillana.
Ha ganado el Premio de Poesía Iberoamericana Sor Juana Inés de la Cruz (2006), el Jaime Sabines (2006) –ambos en México–, y dos veces el Segundo Premio del Fondo Nacional de las Artes en Poesía. Sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, portugués, italiano y polaco y forman parte de antologías argentinas, latinoamericanas, francesas y estadounidenses. Colabora asiduamente en las revistas Fénix (Córdoba), Espacio Murena y Hablar de Poesía (Buenos Aires), así coom también en el diario El Litoral de Santa Fe. Es correctora de la Biblioteca Nacional.
Te he visto feliz
enojada
indiferente
con perro
sin perro
triste
desnuda
con gato
sin gato
arrojándote
(en sueños)
de un noveno piso
en la mueca
de los que pierden
su vuelo
en los números
de mi teléfono
en todas partes
y con alivio
cuando sales del baño
y caminas hacia mí
y me dices
“se me acabó la coca”
y te abrazas a mi pecho
y pasan horas
–quizá días–
sin movernos
Luis Daniel Pulido (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 15 de diciembre de 1970)
La poesía tenía un sentido, que hoy ha desaparecido. No sé si algún diario tiene la costumbre hoy en día de publicar poesías, no porque murió un poeta, sino como una forma de hacer consciente a la gente de la importancia de la poesía:Ida Vitale*
Foto: Leticia Bárcenas González
Sumas
caballo y caballero son ya dos animales
Uno más uno, decimos. Y pensamos: una manzana más una manzana, un vaso más un vaso, siempre cosas iguales.
Qué cambio cuando uno más uno sea un puritano más un gamelán, un jazmín más un árabe, una monja y un acantilado, un canto y una máscara, otra vez una guarnición y una doncella, la esperanza de alguien más el sueño de otro.
Ida Vitale
Poeta, traductora, ensayista, profesora y crítica literaria. Nació el 2 de noviembre de 1923, en Montevideo, Uruguay.
Ganadora del 28º Premio FIL de la Literatura en Lenguas Romances; recibirá el galardón en Guadalajara, Jalisco, México, días después de cumplir los 95 años de edad.