He aquí que tú estás sola y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas
y yo pienso y recuerdo y estoy solo.
A la misma hora nos recordamos algo
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio.
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,
se me caerá la carne trozo a trozo.
Esto es lejía y muerte.
El corrosivo estar, el malestar
muriendo es nuestra muerte.
Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado
quién eres, dónde estás, cómo te llamas.
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos.
Con mi lengua y mis ojos y mis manos
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.
En mis labios te sé, te reconozco,
y giras y eres y miras incansable
y toda tú me suenas
dentro del corazón como mi sangre.
Te digo que estoy solo y que me faltas.
Nos faltamos, amor, y nos morimos
y nada haremos ya sino morirnos.
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos
en nuestros brazos simples y cansados,
me faltarás, amor, nos faltaremos.
Foto: Harald Hauswald
He aquí que tú estás sola y que estoy solo… / Jaime Sabines (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 1926 – Ciudad de México. 1999)
Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.
“A lo mejor un poema no puede cambiar al mundo, pero sí puede crear un diálogo y eso es muy importante por todo lo que está pasando”, expresó el destacado poeta chiapaneco Óscar Oliva, en el homenaje que recibió por su trayectoria dentro del Segundo Encuentro con la Palabra Escrita, realizado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
A propósito de los acontecimientos nacionales, de este homenaje y del aniversario luctuoso del luchador social Lucio Cabañas, Desmesuradas comparte uno de sus poemas de reciente creación:
Balada por los muchachos de Ayotzinapa
No hay límites para el país del crimen.
No hay nombre para el país del crimen.
No hay país con nombres del crimen.
No hay crímenes para el país del crimen.
¿Díganme, en qué país lejano hallarlos?
A Décimo Junio Juvenal agrego a François Villon
para componer esta balada, y pido a otros cantores
añadan otro estribillo interrogativo: ¿dónde, en qué
país sin crímenes están los muchachos que apenas
se habían desnudado al amor?
Ayúdenme a correr junto a un río
que corre con demasiada fuerza.
¿En dónde están, en qué casa negra, encapsulados?
En la casa blanca no están, ahí ya no habita nadie.
Llegará el tiempo de otras sirenas, de otros sortilegios,
y la blancura como lirio será un resplandor amarillo
o un lirio negro al capricho de otra dueña, otra Circe
de engaño, entre leones y lobos del mismo bosque.
¿Dónde están, Madre Dolorosa?
¿Dónde están las 43 lágrimas de ayer por la tarde?
No vamos a averiguar en esta mañana dónde están,
ni en las siguientes mañanas y tardes dónde están,
ni en todo el año, que a este estribillo no nos lleve:
¡Mas dónde están los muchachos de Ayotzinapa!
No hay límites.
No hay nombres.
No hay país.
No hay crímenes.
Corren con demasiada fuerza.
Óscar Oliva
Tuxtla Gutiérrez, noviembre, 2014.
Maestro rural, egresado de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en la cual fue líder estudiantil. En la década de 1970 actuó como jefe del grupo armado Partido de los Pobres en la sierra de Guerrero.
las figuras que viven en la otra orilla del abismo.
Foto: Ulises Escudero
Hugo Gutiérrez Vega (20 de febrero 1934. Guadalajara, Jalisco)
Poeta, actor, diplomático, humanista y periodista- El lunes 1 de diciembre, en el marco de la quinta edición de la cátedra que lleva su nombre, la Universidad de Guadalajara le otorgará el Doctorado Honoris Causa.
Hoy, 25 de noviembre del 2014, Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, leemos en el diario El Universal, que el cuerpo de una mujer fue hallado en los baños públicos de la estación Constitución de 1917, de la línea 8 del metro en la ciudad de México.
No hay más información. Surgen las interrogantes. ¿Quién es ella? ¿Qué le pasó? ¿Por qué? ¿Cómo?
Silencio… silencio…
Foto: Beksinski Zdzisław
Huelga
Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.
Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.
Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.
Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.
Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.