Rumor de mar

Este dolor que habito,

es rabia contenida

de una piedra,

el asir de manos

que atrapan el vacío,

noche poblada de silencios,

cloaca de olvido,

cáncer en la memoria.

 

Tu no decir

me ensordece,

y las palabras, como nubes,

me abandonan.

 

Otras voces reemplazarán la ausencia.

Algo he de hacer para sobrevivir

en este reino de silencios:

seguir

el rumor del mar

que me espera con un ancla

o el castigo de amanecer

en otros brazos.

Y después, sin decir adiós,

convertirme

en

otra

ausencia.

Foto: Eduardo Gleason Berumen
Foto: Eduardo Gleason Berumen

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rumor de mar / Leticia Bárcenas González (Distrito Federal, México. 1966)

Búsqueda

Me asomo detrás de la ciudad

las ventanas y los tejados

platican entre sí

 

Duermes junto a mis caderas

 

emergiendo la claridad

 

buscas mis hombros

entrecierras los ojos

sonríes

sabes que te pertenezco

 

 

No hay amor

no hay mariposas

la ciudad

ha quedado vacía

 

Existe la figura de una mujer

Delgada y anciana

alguna vez

quizá

alta como un inmenso pétalo

de margarita

 

 

Me asomo a tus ojos

atravieso los espejos

donde tal vez

exista la ciudad

que busco

Foto: Yuri Kozyrev
Foto: Yuri Kozyrev

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Búsqueda (fragmentos) / Margarita Alegría (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Octubre 1965 – Mayo 2012)

Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.

Tiempo

Qué peso hemos de cargar cada vez que amamos,

esa sensación de morirse una y otra vez,

estar de pie como sonámbulo entre la gente,

doblar y desdoblar tu imagen cuando escucho mil sonidos,

cuando veo mil rostros que pasan a mi lado.

 

A qué se debe este infierno, a qué se debe esta gloria,

si aún no sé la respuesta,

ese que determina el principio y el fin,

ese que nos rige los pasos,

ese que me rige por dentro

y me es imposible luchar contra el tiempo,

que no puedo vencerlo,

que es más fuerte que yo,

es como vencerme a mí misma,

porque yo soy el tiempo,

porque cada uno es el tiempo,

porque tú eres el tiempo,

mi tiempo,

mi momento,

mi ahora,

porque yo te amo.

 

Foto: Egor Shapovalov
Foto: Egor Shapovalov

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tiempo / Adriana Martínez Morales (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 1976)

Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.

Loved in Guanatos

Trópico de lenguas

en un ascensor de tequila.

Los minutos pasan

y mueven sus dedos de fu y fa.

 

En medias de seda negra

mis manos buscan a mis hijos,

la piel de tus piernas los bendice, los nombra.

 

El beso:

gaviotas de saliva,

aceitunas y ciruelas.

 

En la cama,

el vino tinto de tus tetas

es el marketing

de los sex shops y los moteles.

 

Acaricio tu sexo

de gran turismo,

de quetzal, ámbar,

maíz y hierbabuena.

 

(Bebo tequila de tu boca)

 

Y bajo las sábanas

ansiosos y sedientos

cerramos los ojos,

y mido tu desnudez

con el tutifruti de tu pantaleta en mis dientes.

 

Y voy contigo

con mi vida entera,

y gimes tu deriva

y alardeamos un mar con nuestra sangre,

y estrechamos nuestras manos

mientras el mundo se viene abajo.

 

tus dedos en mi espalda:

la primera ciudad que se desploma.

 

Nos abrazamos

la la la la

La la la la

 

Foto: Bill Henson
Foto: Bill Henson

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Loved in Guanatos / Luis Daniel Pulido (Tuxtla Gutiérrez, 1970.)

Poemario: El Blues de Spider Man. Tortillería Editorial. 2006. Chiapas, México.

Amanecer

Imagínate tú…

Imagínatelo tú por un momento.

 R. A.

 

La estrella aún flotaba en las aguas.

Río abajo, a la noche del mar, la llevó la corriente.

Y de pronto la mágica música errante en la sombra

se apagó, sin dolor, en el fresco silencio silvestre.

 

Imagínate tú, piensa sólo un instante,

piensa sólo un instante que el alma comienza a caerse.

(Las hojas, el canto del agua que sólo tú escuchas:

maravilloso silencio que pone en las tuyas su mano evidente.)

 

Piensa sólo un instante que has roto los diques y flotas sin tiempo en la noche,

que eres carne de sombra, recuerdo de sombra; que sombra tan sólo te envuelve.

Piensa conmigo «¡tan bello era todo, tan nuestro era todo, tan vivo era todo,

antes que todo se desvaneciese!»

 

Imagínate tú que hace siglos que has muerto.

No te preguntan las cosas, si pasas, quién eres.

Procura un instante pensar que tus brazos no pesan.

Son nada más que dos cañas, dos gotas de lluvia, dos humos calientes.

 

(¡Tan bello era todo, tan nuestro era todo, tan vivo era todo!)

Y cuando creas que todo ante ti perfecciona su muerte,

abre los ojos:

El trágico hachero saltaba los montes,

llevaba una antorcha en la mano, incendiaba los bosques  nacientes.

El río volvía a mojar las orillas que dan a tu vida.

El prodigio era tuyo y te hacías así vencedor de la muerte.

Foto: Daria Endresen
Foto: Daria Endresen

 

Amanecer / José Hierro (Madrid, España. 1922 – 2002)

Oda a la vida

Foto: Timothy James Scott
Foto: Timothy James Scott

 

La noche entera

con un hacha
me ha golpeado el dolor,
pero el sueño
pasó lavando como un agua oscura
piedras ensangrentadas.
Hoy de nuevo estoy vivo.
De nuevo
te levanto,
vida,
sobre mis hombros.

Oh vida, copa clara,
de pronto
te llenas
de agua sucia,
de vino muerto,
de agonía, de pérdidas,
de sobrecogedoras telarañas,
y muchos creen
que ese color de infierno
guardarás para siempre.

No es cierto.

Pasa una noche lenta, 
pasa un solo minuto
y todo cambia.
Se llena
de transparencia
la copa de la vida.
El trabajo espacioso
nos espera.
De un solo golpe nacen las palomas.
Se establece la luz sobre la tierra.

Vida, los pobre
poetas
te creyeron amarga,
no salieron contigo
de la cama
con el viento del mundo.

Recibieron los golpes
sin buscarte,
se barrenaron
un agujero negro
y fueron sumergiéndose
en el luto
de un pozo solitario.

No es verdad, vida,
eres
bella
como la que yo amo
y entre los senos tienes
olor a menta.

Vida,
eres
una máquina plena,
felicidad, sonido
de tormenta, ternura
de aceite delicado.

Vida,
eres como una viña:
atesoras la luz y la repartes
transformada en el racimo.

El que de ti reniega
que espere
un minuto, una noche,
un año corto o largo,
que salga
de su soledad mentirosa,
que indague y luche, junte
sus manos a otras manos,
que no adopte ni halague
a la desdicha,
que la rechace dándole
forma de muro,
como a la piedra los picapedreros,
que corte la desdicha
y se haga con ella
pantalones.
La vida nos espera
a todos
los que amamos
el salvaje
olor a mar y menta
que tiene entre los senos.
Oda a la vida / Pablo Neruda (1904 – 1973. Chile)
Hoy, por ser cumpleaños de Gabriela Barrios, cantamos desmesuradamente a la vida
.

Ritual

Tomo mis manos

y las clavo en la pared

 

Voy a estrangular pasos,

para que no me sorprendan

en el camino a tu casa.

 

Foto: Juan Rulfo
Foto: Juan Rulfo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ritual / María del Carmen López Hernández (Chiapa de Corzo, 1973)

Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.

De sólo imaginarme…

De sólo imaginarme que tu boca
pueda juntarse con la mía, siento
que una angustia secreta me sofoca,
y en ansias de ternura me atormento…

El alma se me vuelve toda oído;
el cuerpo se me torna todo llama
y se me agita de amores encendido,
mientras todo mi espíritu te llama.

Y después no comprendo, en la locura,
de este sueño de amor a que me entrego;
si es que corre en mis venas sangre pura,
o si en vez de la sangre corre fuego…

Foto: André Adolphe Eugène Disdéri
Foto: André Adolphe Eugène Disdéri

De sólo imaginarme… / Alice Lardé de Venturino

Palomas encendidas

Por la dureza de tus muslos

vuelan palomas encendidas

por tu morenísimo cuello esta mariposa-boca mía

revolotea.

Invirtamos la historia

Hombre

Ángel de la anunciación

Adán

Mordamos de nuevo la manzana

jugosa roja

Centro donde tu pasión borbotea

Eva soy

no me importa el castigo.

Foto: Vadim Stein
Foto: Vadim Stein

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Palomas encendidas / Yolanda Gómez Fuentes (Tapachula, Chiapas. 1964)

Fuente: Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Volumen tres, tomo II. Secretaría de Educación Chiapas. 2002. Serie: Lecturas sobre la realidad chiapaneca.

antiícaro

antiícaro, no quise yo volar , sino caer ;

por eso escribo , para dejar de soñar ,

para dejar el vuelo a los pájaros

y a la memoria ; pero heme aquí

con luengas alas urdidas en el polvo

del sueño y ataviadas con el plumaje

del tiempo sin el tiempo ; por eso escribo ,

para caer y apuntalar con estas letras

mi cuerpo y forzarlo a descender

en esta página , tatuada ya por el peso

todo de mi sangre ; y así , desleído

y cercenadas mis alas con el filo

de tus párpados , yace mi cuerpo

desangrado entre renglones , caído ,

terrestre , soberbio ; y aún señalado

por el dédalo de Dios y la niña de tus ojos

que trazan mi destino , antiícaro ,

no quieres tú volar , sino leer ;

 

Foto: Takeyoshi Tanuma
Foto: Takeyoshi Tanuma

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

antiícaro / Balam Rodrigo (Villa de Comaltitlán, Chiapas. 1974)

Poemario: Icarías. Ed. Literal, Serie: Limón Partido. México. 2010