Donde sólo se habla de amor

Foto: Vivian Maier

A los hombres, a las mujeres

que aguardan vivir sin soledad,

al espeso camaleón callado como el agua,

al aire arisco (es el aire un pájaro atrapado),

a los que duermen mientras sostengo mi vigilia,

a la mujer sentada en la plaza vendiendo su silencio.

En fin, diciendo ciertas cosas reales

en una lengua unánime, amorosa;

a los niños que sueñan en las frutas

y a los que cantan canciones sin palabras en las noches

compartiendo la muerte con la muerte,

los invito a la vida

como un muchacho que ofrece una manzana,

me doy fuego

para que pasen bien estos días de invierno.

Porque una mujer se acuesta a mi lado

y amo al mundo

 

Juan Bañuelos 

*Poeta, ensayista, editor y catedrático. Nació el de octubre de 1932 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y murió el 29 de marzo de 2017. Poema del libro Espejo humeante, 1968.

 

Derrumbes

Iglesia San Vicente, en Juchitán, Oaxaca, México / Foto: AP

 

Las palabras son huellas enmohecidas,

alejadas ya de las cosas que nombran,

espacios vacíos, fisuras, restos.

Afasia temporal.

Nada que decir, nada que las palabras colmen.

 

Lo futuro se desmiembra.

El tiempo, descentrado,

se alarga,

pero está lejos de ser un espejismo.

 

Después del derrumbe,

las cosas se reafirman como cifras que se abren.

Miro a un perro y me veo dibujada en sus entrañas.

Por una vez, mi cuerpo no se escinde,

no se ancla en su destierro

ni insiste en el ritual de sus heridas.

 

Después del derrumbe,

en este centro del mundo mana un lenguaje

lejano a las palabras.

 

Derrumbes (fragmento) / Julieta Gamboa (D.F., 1981). 

Quemar las naves

Foto: Leticia Bárcenas González

es bueno que se sepa desde ahora
que no habrá posibilidad de remar nocturnamente
hasta otra orilla que no sea la nuestra…

Mario Benedetti

Hombres de Maíz

Graffiti en las calles de Tuxtla Gutiérrez / Foto: Lety Bárcenas

y, así, los dioses vieron el fruto de su esfuerzo…

Popol Vuh

Estar árbol

Foto: Lety Bárcenas Glez.

Estar árbol a veces, es quedarse mirando (sin dejar de crecer) el agua humanidad…

Carlos Pellicer