
Las palabras son huellas enmohecidas,
alejadas ya de las cosas que nombran,
espacios vacíos, fisuras, restos.
Afasia temporal.
Nada que decir, nada que las palabras colmen.
Lo futuro se desmiembra.
El tiempo, descentrado,
se alarga,
pero está lejos de ser un espejismo.
Después del derrumbe,
las cosas se reafirman como cifras que se abren.
Miro a un perro y me veo dibujada en sus entrañas.
Por una vez, mi cuerpo no se escinde,
no se ancla en su destierro
ni insiste en el ritual de sus heridas.
Después del derrumbe,
en este centro del mundo mana un lenguaje
lejano a las palabras.
Derrumbes (fragmento) / Julieta Gamboa (D.F., 1981).