Estoy aquí detenido, en medio, sin objeto.
Puede caer el mundo sobre mi cabeza
y con el mundo los hombres y los animales.
Mas yo busco las piedras, las más profundas piedras,
busco las iglesias y las piedras de las iglesias,
las piedras de los apóstoles y de los profetas,
las piedras de las piedras.
Porque sólo las piedras lloran
y tienen ojos
y están tristes en mitad del camino
como yo, que soy una piedra sin límites
cansado y sin océano.

La expiación (fragmento) / José Revueltas