Del 23 de noviembre al 3 de diciembre en San Cristóbal de Las Casas
El colectivo de fotografía nocturna Intrínsecos, integrado por Carla Morales, Juan Carlos Martínez, Andrea Morales, y David E. Aguilar, nos ofrecen una vez más su trabajo con la exposición Poxlones, donde conjugan la fotografía nocturna con orbes o esferas de luz.
«Como colectivo de fotografía nocturna hemos tratado de innovar con técnicas que se utilizan en países como España y en general en europa y con lo que han logrado algunos fotógrafos al norte de México. Sin embargo es muy poco el trabajo de fotografía nocturna que se hace al sur de nuestro país».
Dicha exposición, que se realiza en el marco del Festival Tragameluz, organizado por fotógrafos independientes, tendrá lugar el miércoles 23 de noviembre, a las 19:30 horas en La cocina de Don Luigi, ubicada en María Delina Flores No. 33 en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
Poxlones, el nombre viene de poxil y significa «remedio», sin embargo, los relacionaban con personajes con dotes excéntricos y sobre naturales, los cuales eran capaces de ver lo que los demás mortales no; podían desde elevarse al cielo y bajar al inframundo y recorrer distancias en cuestión de segundos. Los poxlones eran o son seres magníficos y dominantes de las fuerzas de la naturaleza capaces de transformarse en animales, en líquidos vitales (como la sangre) y en fenómenos naturales (como los rayos, las bolas de fuego o los cometas), responsables de curar o propiciar cualquier enfermedad.
Los abuelos dicen que hay que temerles, que mientras la noche cae el demonio se hace fuerte y grande, es el momento en que sus atributos oscuros se fortalecen, algunos afirman que los poxlones son parte de él. Quienes los han visto aseguran que son bolas de fuego y que comúnmente aparecen en los cruces de los caminos.
Los ancianos también afirmaban que algunas de las cualidades del poxlon son la dualidad de ser un ente malo o bueno, milagroso o la representación de un brujo o un remedio, es un ser sobrenatural que asume múltiples facetas con formas místicas. Estos seres cuentan con habilidades fantásticas, como la cualidad de ver aquello que los mortales comunes no logran: volar, viajar al inframundo, recorrer grandes distancias en segundos. Son entes que dominan las fuerzas de la naturaleza y que en ocasiones potencian su transformación, por lo regular, en animales, en líquidos vitales como la sangre o se convierten en rayos, cometas o bolas de fuego.
Los antiguos aseveran que como todo ser sobrenatural buscan mantener su fuerza y poder ante los demás poxlones, para ellos, en ocasiones quienes han tenido la suerte de verlo, dicen que se presentan entre ellos batallas épicas en donde al calor de los combates expulsan feroces destellos de luz como cuerpos celestes jugando en un inmenso manto estelar, siempre privilegiados por la luna creciente y las estrellas como testigos.
He aquí el sentido de la exposición que hoy el colectivo Intrínsecos tiene el objetivo de presentar a través de la selección de las imágenes las cuales representan una metáfora del juego con espectros de luz y su sentido revelado y mágico.
Al caer la noche, cuando la tarde oculta sus miradas, cuatro jóvenes se alían con el tiempo y atrapan la luz en intrísecos artificios para convertirla en su cómplice de ese viaje nocturno, para redescubrir la majestuosidad de los paisajes cotidianos.
Carla Morales, Juan Carlos Martínez, Andrea Morales, y David E. Aguilar son alquimistas que recorren en penumbra los caminos ya andados; encienden su luz interna para adentrarse al universo de sombras y formas ocultas para escribir con luz sus ideas y sentimientos.
Ellos son los integrantes del Colectivo de fotografía nocturna Intrínsecos, quienes después de dos años trabajando, han decidido darse a conocer mediante la exposición Luxinterna, en el marco del Festival Tragameluz, organizado por fotógrafos independientes.
Dicha exposición se llevará a cabo el jueves 29 de octubre, a las 19:00 horas en el Bar Café Frontera ubicado Belisario Domínguez #35, Barrio del Cerrillo, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Para conocer más de esta forma de hacer fotografía, poco conocida y difundida, Desmesuradas realizó una entrevista al colectivo.
¿Qué es la fotografía nocturna?
Es una variante de la fotografía de larga exposición, pero diurna, pintar. Tienes que saber manejar los valores para capturar ya sea la vía láctea, la estrella polar, las incorporales, la estrella del Norte. Es un sin fin de conocimientos e ideas porque tienes una lámpara y la usas como un lapicero con el que puedes escribir a partir de la cámara.
Mencionaste pintar ¿a qué te refieres?
Por ejemplo, tengo la lámpara y enfoco hacia mi cámara y empiezo como a pasar trazos de luz que la cámara va captando y se va haciendo el trazo de la lámpara que tengo.
¿Cuál es la mejor hora para realizarla?
La “hora azul” que es a partir de las siete, cuando el cielo se mira azul. Los atardeceres, el ocaso. Si queremos sacar la vía láctea es a las ocho de la noche y los amaneceres.
De Carla Morales
¿Qué fue lo que los llevó a que en lugar de guardar su cámara al finalizar el día la sacaran y se pusieran a hacer fotografía de noche?
David: Este tipo de fotografía es más calmada, no hay luz, tienes que checar prácticamente todo. Desde mi punto de vista la toma es como mucho más relax. Tienes que ver, aprender a componer dentro de la luz, aprender la técnica como la hiperfocal. Es más calmada la fotografía nocturna, por la escasez de luz pones al máximo tus sentidos.
Andrea: Me encanta hacer este tipo de fotografía, siento que me puedo expresar mejor, soy más creativa. Me gusta otro tipo de fotografía pero siento que con esta puedo llevar al máximo mi capacidad para hacer lo que yo quiera.
Juan Carlos: Primero quiero dejar en claro que me encanta la fotografía y creo que eso nace a raíz del curso que tomé en línea. Desde la primera foto nocturna que vi me enamoró, es como decir “quiero saber cómo se hace”. En fotografía lo básico, lo esencial, es la luz. Y ¿cómo poder hacer una fotografía si no tienes luz? Era como un reto, era aplicar todos los conocimientos y es como una prueba suprema. La otra parte era también cómo contemplar el tiempo porque la fotografía suele ser muy rápida, en cambio en la nocturna disfrutas más el tiempo porque son exposiciones más largas y juegas más con tu creatividad, con lo que visualizas o piensas y lo transformas en la fotografía con un tiempo, ahora sí el tiempo ya está en tus manos.
Carla: Como colectivo en general hemos de ser un poco antisociales (risas). El hecho de hacer fotografía nocturna te hace estar concentrado y conectado contigo mismo para que te pueda salir bien la foto. Puedes hacer muchos intentos y es mucha pérdida de tiempo también, porque al hacer largas exposiciones lo primordial es el tiempo, el manejo de la luz y todos los principios en la fotografía nocturna se remarcan más porque tienes que tener muy buen manejo de la luz, del encuadre, del enfoque. Muchas veces ya estando en la cámara uno puede checar sus fotos y uno cree que está bien pero una vez que llegas a casa o al estudio y chechas y la ves más en grande te das cuenta que no te salió nada. Creo que tener el control de eso te hace conectarte con todo el conocimiento que puedes tener de la fotografía. Me refería hace rato al hecho de que hemos de ser antisociales porque precisamente es la fotografía que se hace a solas aunque estemos en grupo, cada uno escoge su momento y a lo mejor compartimos cierta cantidad de luz pero nuestros encuadres y las tonalidades que nosotros manejamos al momento de hacer la toma ya depende de cada uno y a diferencia de cuando haces retrato o fotografía deportiva, que la velocidad es demasiado rápida, en esta tienes que tener mucha paciencia.
¿Son muy pacientes?
(Risas) Tratamos, aunque a veces explotamos.
De David E. Aguilar
Por ahí leí una frase de Mario Bellatín que decía “Nunca se ve tanto como cuando no se puede ver ¿pasa eso en la fotografía?
Creemos que sí porque escogemos los lugares sin luz, muchas veces para decidir cómo los vamos a iluminar o para ver el efecto que nosotros le queremos dar al espacio y enmarcarlo, fotografiarlo con una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados. Podemos estar casi en completa oscuridad pero a la vez estamos ya pensando cómo le vamos a hacer para iluminarlo o para dibujarlo, entonces el remarcar un espacio o un objeto con la iluminación y el color que queremos, con la temperatura que utilizamos en la cámara hace que le demos otra dimensión u otro aspecto a un espacio que puedes estar en lo cotidiano acostumbrado a ver de manera diferente.
¿Qué han redescubierto en ese andar?
El hecho de explotar todo lo que sabes de fotografía, darle misticismo a las fotos, darle contraste, además aprendes de quienes están a tu alrededor. En lo personal -menciona Karla- ha sido algo que me ha llenado, puede que yo supiera lo básico de este tipo de fotografía pero el ir descubriendo y el ir experimentando ha sido lo más valioso de este tiempo que llevamos juntos. Además que ha habido precisamente eso, el compañerismo de decir: a ver y si le metemos luz aquí, si le metemos luz allá y no sólo el hecho de decir: yo solito le voy a meter luz aquí y no involucro a los demás. Ha sido un trabajo en equipo y a la vez muy individual, aunque suene contradictorio.
¿Desde cuándo se dedican a esta forma de fotografiar?
En noviembre del 2013. Ahí empezamos la mayoría y poco a poco fuimos integrándonos todos. Empezamos en pañales con una sesión que no muy salió y después con la práctica hemos ido mejorando aunque apenas estamos en el principio de este camino.
Después de dos años de realizar fotografía nocturna ¿cuál ha sido el principal aprendizaje?
Hemos aprendido en tutoriales y videos, hemos tomado pequeños cursos pero aún así a la hora que llegas a la práctica puede que no sepas algo, simplemente nos lo preguntamos y ahí sale entre todos. Y conocernos un poco más. Es difícil trabajar en equipo pero el hecho de que tienes que estar muy en calma, muy en paz en ese momento ha ayudado mucho.
De Andrea Morales
¿Qué han redescubierto en su entorno con la fotografía nocturna?
Una forma distinta de ver; por ejemplo: mi casa -comenta David- he hecho fotografía nocturna cuando se ha ido la luz en mi colonia, me pongo con mi cámara, el cielo está estrellado y ya estoy dándole otra perspectiva de ver mi casa. Sería el cambio de panorama que se tiene en la cotidianidad.
¿Y en su interior? David: Cuando hago fotografía nocturna me siento más calmado más relajado, más enfocado en lo que estoy haciendo.
Andrea: Me ha hecho más paciente (risas) porque soy una persona muy desesperada. Con lo que hemos hecho me he controlado bastante en ese aspecto. Sólo en la foto me pueden mantener tranquila (risas).
Juan Carlos: Me remonto al tiempo y a la paciencia más que nada. Vivimos en un espacio en donde todo es así rápido, rápido, rápido. Al hacer fotografía nocturna me hace disfrutar el tiempo al máximo, a contemplar mejor las cosas, puede ser una cosa muy simple pero dedicarle tiempo, encontrar un encuadre mejor o resaltar algo que no puede decirse en el día con la vida que llevamos, lo valoro.
Carla: Ya de por sí con la fotografía te vuelves muy observador, pero creo que con la fotografía nocturna lo eres más y como vas pensando en posibles lugares en cómo hacerle todo el tiempo vas tratando de imaginarte cómo puede ser de noche; claro muchas veces nos hemos decepcionado porque ha luz cuando llegamos a un lugar no es como la queríamos, pero el hecho de también seguir buscando espacios y momentos nos ha hecho mucho más tolerantes porque podemos también plantearnos un día, un momento y no se da, tenemos que esperar.
¿Cuando decidieron hacer un colectivo?
Hemos visto que en España y en la zona del Norte de México se están haciendo pequeños grupos que comparten fotografía nocturna pero en la zona Sur no se ha hecho un colectivo.
¿Y por qué se denominan Intrínsecos?
Intrínseco es algo que no se tiene que explicar, se da a entender por sí mismo. Entonces al mostrar lo que hacemos, tal vez no sepan cómo lo hacemos, pero no tienes que explicar, es preferible observar lo que tratamos de decir con las fotos a explicar lo que queremos hacer.
De Juan Carlos Martínez
¿Cómo es la dinámica de trabajo?
Depende de los tiempos y actividades de cada uno, tratamos de salir una vez a la semana, muchas veces no lo logramos por las cuestiones del clima y de trabajo pero sino logramos, tratamos de que sea una vez cada quince días. Por lo menos vamos de tres a cuatro horas. Nos citamos a las seis para ir a la locación y terminamos como las nueve.
¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que se han enfrentado en este trabajo?
Hemos ido a lugares a intentar tomar fotos y en una comunidad nos pidieron una cuota de un refresco para cada uno de los habitantes del lugar y salía muy caro. Ahora se puede pagar 500 pesos para tomar fotos ahí, pero sigue siendo muy caro, para algo que es por afición.
¿De qué se trata la exposición Luxinterna?
Tenemos la intención de darnos a conocer como colectivo y estamos por presentar nuestras imágenes en distintas redes sociales y páginas de fotógrafos; parte del impulso es participar en el Festival Tragameluz, organizado por fotógrafos independientes. Consideramos que ya teníamos material suficiente como para montar una exposición aunque sólo serán 16 fotos las que presentemos. Que esto sea como el arranque de lo que en realidad venimos soñando desde hace un rato y podamos llevar la expo a otro lugar.
¿Qué sigue de la exposición para Intrínsecos?
Queremos empezar a posicionarnos en las redes sociales, además tenemos un proyecto guardado que nos gustaría que fuera en favor de San Cristóbal; obviamente, nos gustaría que fuera remunerado porque eso nos permitiría comprar material para explotar más aún la fotografía nocturna.
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En Corto
Luz: Larga exposición Noche: Vía Láctea Oscuridad: Lienzo Velocidad: Larga exposición Tiempo: Paisaje Sombra: Arquitectura Enfoque: Todo Colectivo: Conjunto